jueves, 29 de septiembre de 2011

Hora Santa Misionera

CANTO (Se sugiere “Cantemos al Amor de los Amores”)
AMBIENTACIÓN
Nos ponemos en la presencia del Señor, en este momento de oración, en el que le pediremos nos ayude a conocer más a ese Corazón que en la Eucaristía late de amor por cada uno de nosotros. Aunque parezca que esta callado y silencioso, es el lugar donde se trabaja más, es donde está el mayor amor. Él se ha quedado para acompañarnos por amor, y hoy como jóvenes misioneros estamos felices de estar con él y de vivir este momento de oración y meditación.
¿No podremos nosotros corresponderle con ese mismo amor? ¿Nos abrimos al amor de Cristo para poder amar como Él nos amó?, entremos entonces en esta plática de corazón a corazón y dispongamos nuestra alegría juvenil para escucharlo.
CANTO (Se sugiere “Dios está aquí”)
ESTACIONES.
1.- Padre santo, que nos has compartido a tu Hijo, enseña a la juventud a  compartirte con aquellos que no te conocen y a compartir nuestra propia vida.
M.-En los cielos y en la Tierra sea por siempre bendito y alabado.
R.- el divino corazón de Jesús sacramentado.
(Padrenuestro, Avemaría, Gloria)
2.-Cristo, pan de vida, danos fuerza para caminar con firmeza hacia la casa del Padre cumpliendo tu mandato misionero y anunciando con alegría tu Reino.
M.-En los cielos y en la Tierra sea por siempre bendito y alabado.
R.- el divino corazón de Jesús sacramentado.
(Padrenuestro, Avemaría, Gloria)
3.- Espíritu Santo, fuente de vida, no permitas que en ningún rincón de la tierra vivamos sin la eucaristía, pan de vida eterna y alimento del alma.
M.-En los cielos y en la Tierra sea por siempre bendito y alabado.
R.- el divino corazón de Jesús sacramentado.
(Padrenuestro, Avemaría, Gloria)
PRIMERA MEDITACIÓN
Se inicia con la lectura del siguiente Evangelio (Juan 15, 9-17).
Como el Padre me ama a mí, así los amo yo a ustedes. Permanezcan en mi amor. Pero sólo permanecerán en mi amor, si ponen en práctica mis mandamientos, lo mismo que yo he puesto en práctica los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho todo esto para que participen en mi alegría, y su alegría sea completa. Mi mandamiento es éste: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. En adelante ya no los llamare siervos, porque el siervo no conoce lo que hace su Señor. Desde ahora los llamare amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí a mi Padre. No me eligieron ustedes a mí; fui yo quien los eligió a ustedes. Y los he destinado para que vayan y den fruto abundante y duradero. Así, el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Lo que yo les mando es esto: que se amen los unos a los otros". Palabra de Dios, Te Alabamos Señor.
Se hace un momento de silencio y después se lee la siguiente historia, con música de fondo.
"Iba yo pidiendo, de puerta en puerta, por el camino de la aldea, cuando tu carro de oro apareció a lo lejos, como un sueno magnifico. Y yo me preguntaba, maravillado, quien seria aquel Rey de reyes. Mis esperanzas volaron hasta el cielo, y pensé que mis días malos habían acabado. Y me quedé aguardando limosnas espontáneas, tesoros derramados por el polvo. La carroza se paró de mi lado. Me miraste y bajaste sonriendo. Sentí que la felicidad de la vida me había llegado al fin.
Y de pronto Tú tendiste tu diestra, diciéndome: "¿Puedes darme alguna cosa?" iAh, qué ocurrencia la de tu realeza!, ¡pedirle a un mendigo!
Yo estaba confuso y no sabía qué hacer. Luego saque despacio de mi saco un granito de trigo, y te lo di. Pero que sorpresa la mía, cuando al vaciar por la tarde mi saco en el suelo, encontré un granito de oro en la miseria del montón...
¡Qué amargamente lloré por no haber tenido corazón para dárteme todo!" (R. Tagore).
Lo realmente importante en el don no es darlo, sino darse en el don. Dar la vida es dar el don de sí mismo, es darse. Dar la vida es un acto que tiene sentido cuando es expresión de una actitud que se hace acto cada día. La muerte de Cristo por nosotros, sus amigos, cobro el sentido que había tenido su vida: la entrega al hombre que vino a redimir.
No esperes la ocasión de dar tu vida por el amigo; demuéstrale tu amistad, compartiendo con él lo que tienes. No todos están capacitados para entregar su vida, porque algunos la tienen pero no la poseen. Examina si te posees a ti mismo; ésa será la medida de tus donaciones. No tengas miedo de hacer ofrenda de ti; es la única manera de poseerte en plenitud. Cuando te das al amigo, te prolongas y eres más que tu. Estas en ti y en el otro.
No hay mayor amor que el de dar la vida, porque supone que te has esforzado en poseerte, has ido muriendo a ti y, en la misma medida, has nacido en los otros.
SILENCIO.-Se dejan unos momentos de silencio para que cada joven interiorice la reflexión.
CANTO.- Se sugiere “nadie te ama como yo
PRECES MISIONERAS
La juventud es una fuerza de la Iglesia, es la energía, alegría y esperanza; esta tarde queremos responder con generosidad y amor a tu envío, queremos unirnos en oración por todos nuestros hermanos del Mundo; por eso reconociendo nuestra identidad misionera nos unimos como Iglesia diciendo:
R. Que la Juventud anuncie con alegría el mensaje de salvación.
·         Oh Padre, que has enviado a tu Hijo como luz del mundo y palabra de verdad, haznos verdaderos testigos y anunciadores del Evangelio para que tu Iglesia reúna hombres de toda raza, lengua y nación. R
·         Te suplicamos, Padre, por los prófugos, los hambrientos, los perseguidos a causa de la verdad y la justicia, abre el corazón de los jóvenes para que cooperen en la construcción de un mundo más justo y fraterno. R
·         Oh Padre, que reúnes a tu pueblo desde todas las naciones de la tierra en la unidad de un solo Espíritu, haz que, fieles a nuestra misión, compartamos siempre las alegrías y esperanzas de la humanidad y seamos levadura y alma del mundo. R
·         Para que el Evangelio sea anunciado y acogido en toda la tierra, para que Jesucristo sea conocido y amado por todos los hombres y para que la Iglesia crezca y se renueve sin cesar. R
·         Para que todos los hombres descubran que son hijos de Dios y alcancen la salvación y puedan vivir como hermanos. R.
·         Para que la Eucaristía sea celebrada en todo el orbe, desde donde sale el sol hasta su ocaso y los hombres reciban el Pan de la vida eterna. R
Para que surjan nuevas vocaciones misioneras en los jóvenes y aumenten las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. R
SEGUNDA MEDITACIÓN
La Eucaristía es el Sacramento en el que la Iglesia celebra la profundidad de su propia fe, donde debemos tomar conciencia de la condición de Cristo pobre, sufriente, perseguido. Jesucristo, quien tanto nos ha amado, hasta dar la vida por nosotros, y que se nos da en la Eucaristía como alimento de vida eterna, es el mismo que nos invita a reconocerlo en la persona y en la vida de nuestros hermanos.
Por eso, en este momento, hagamos nuestros los deseos de la Madre Teresa de Calcuta.
Señor: Cuando tenga hambre, dame alguien que necesite alimento;
cuando tenga sed, envíame alguno que necesite una bebida;
cuando tenga frió, envíame alguno a quien calentar;
cuando tenga un disgusto, ofréceme alguno a quien consolar;
cuando mi cruz resulte pesada, hazme compartir la cruz del hermano;
cuando soy pobre, guíame hacia alguno que pase necesidad;
cuando no tengo tiempo, dame alguno a quien pueda aliviar algún momento;
cuando necesito que alguien se ocupe de mi, envíame alguno de quien ocuparme; cuando pienso en mí, atrae mi atención sobre otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos que por todo el mundo viven y mueren pobres y hambrientos.
Dales hoy, empleando nuestras manos, su pan de cada día, y dales por medio de nuestro amor comprensivo, paz y alegría.
 CONCLUSIÓN.- Oración  misionera juvenil para el DOMUND 2011
Señor Jesús, Tú nos hs llamado y enviado a llevar tu mensaje de salvación a todos aquellos que no te conocen, danos la fuerza del Espíritu Santo para obedecer al Padre y ser tus discípulos misioneros en medio de un mundo violento; ayúdanos a cultivar los valores que encontramos en tu palabra y ser testigos de tu resurrección con nuestra propia vida. Que seamos capaces de salir a buscar y llevar tu palabra a quienes ni te conoce o se han olvidado de ti. Queremos unirnos todos los bautizados, los jóvenes cristianos, especialmente en este Domingo Mundial de las Misiones y con María Reina de las Misiones, deseamos llenarnos de ti, para tratar de cambiar las sombras en la luz, la violencia en paz, ser jóvenes enviados de tu justicia, de tu amor, de tu libertad. Amén.
Pidamos a María, ella que supo hacer de su vida una eterna ofrenda, que nos enseñe a saber ofrecernos por amor al Padre".
BENDICIÓN +
La celebración concluye con la Bendición del Santísimo.



CANTOS
Cantemos al Amor de los Amores
cantemos al Señor,
Dios está aquí, ¡venid adoradores,
adoremos, a Cristo Redentor!
¡Gloria a Cristo Jesús,
cielos y tierra, bendecid al señor
honor y gloria a Ti, rey de la gloria
amor por siempre a Ti
Dios del Amor!
Dios está aquí,
Tan cierto como el aire que respiro,
Tan cierto como la mañana se levanta,
Tan cierto como yo te hablo y me puedes oír.
Jesús… El Espíritu Santo… María…
Cuánto he esperado este momento
Cuánto he esperado que estuvieras aquí
Cuánto he esperado que me hablaras
Cuánto he esperado que vivieras a mí
Yo sé bien lo que has vivido
Sé también lo que has llorado
Yo sé bien lo que has sufrido
Pues de tu lado no me he ido
Pues nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Mira la cruz
Esa es mi más grande prueba
Nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Mira la cruz. Fue por ti
Fue porque te amo
Nadie te ama como yo.
Yo sé bien lo que me dices
Aunque a veces no me hables
Yo sé bien lo que tú sientes
Aunque nunca lo compartes
A tu lado he caminado
Junto a ti yo siempre he ido
Aún a veces te he cargado
Yo he sido tu mejor amigo
Pues nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Mira la cruz
Esa es mi más grande prueba
Nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Mira la cruz. Fue por ti
Fue porque te amo
Nadie te ama como yo.

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